27 abril, 2024
Interes General Sociedad

Recuperaron una escultura perdida hace 100 años del Palacio Barolo

La obra de arte la realizó el reconocido arquitecto Mario Palanti. Es una pieza de bronce hueca de 2 metros de ancho por 1,50 de alto consta de la figura de un águila con las alas desplegadas, que lleva en su lomo un hombre moribundo. La idea de Palanite era instalarla en el hall del icónico inmueble de avenida de Mayo 1370.

Autoridades del Palacio Barolo (avenida de Mayo 1370) presentaron este lunes parte de la escultura “La Ascensión” realizada en 1919 por Mario Palanti, arquitecto del icónico inmueble declarado Monumento Histórico Nacional, pero que nunca se instaló porque estuvo perdida durante un siglo.

Esta pieza de bronce hueca de dos metros de ancho por 1,50 de alto consta de la figura de un águila con las alas desplegadas, que lleva en su lomo un hombre moribundo. El célebre arquitecto y pintor la había construido para instalarla en el hall de acceso del edificio Barolo, que se inauguró en 1923. Pero en un comunicado desde el Palacio precisaron que “nunca llegó a ser colocada” ya que “se perdió en el camino”.
En la obra del artista hay un homenaje a Dante como característica principal del edificio y por eso, las autoridades del Barolo, se preguntan si es un homenaje al poeta Dante o al “soldado desconocido” de la Primera Guerra Mundial.

En la reparación que se realizó al edificio en 2015 se construyó una obra similar mientras se buscaba la original. La pieza estuvo en manos de coleccionistas privados y durante muchos años se perdió su rastro. Los administradores y difusores culturales del Barolo, Miqueas y Tomás Thärigen, sostuvieron que recuperarla fue “una ardua tarea que llevó muchos años y que se concluyó hace no más de 5 meses cuando encontramos la escultura en un anticuario y pudimos comprarla”.

Por su parte Miqueas comentó: “Logramos que finalmente esté donde Palanti y Barolo lo habían soñado. Nos provoca una alegría inmensa, por su legado, porque al fin de cuentas nosotros estamos de paso, pero lo que dejamos se puede transmitir a las próximas generaciones”.

En tanto, Tomás Thärigen aseguró que haber conseguido el objetivo de recuperar la escultura “fue liberador”, más allá de que la figura no esté completa y agregó: “Cuando la vi era como sentir que era la última pieza de un rompecabezas. Fue una sensación de liberación muy grande. Lamentablemente falta la pieza superior, que es la que tiene la figura que supuestamente es del Dante. Pero nos pone muy feliz que finalmente llegue al Barolo, después de más de 100 años”.

Roberto Campbell, administrador del consorcio del Barolo y tío de Miqueas y Tomás, también participó en la búsqueda de la escultura: “Cuando me llamaron para contarme la novedad, fue una sorpresa. Realmente nos pone muy feliz que finalmente la escultura esté en el lugar donde siempre debió estar”.

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